San Borondón, Segunda Parte!

(Isla de San Borondón desde Gran Canaria)

Estas imágenes son sacadas desde Gran Canaria, al ver un trozo de tierra en medio del mar que desconocían, los video-aficionados filmaron lo que pensaron que es la "Isla Errante". Aunque podríamos discrepar a que muchos no saben que de vez en cuando Fuerteventura se deja ver para que la veamos desde Gran Canaria. Pero no es seguro nada de esto, tan solo se especula.

La leyenda de San Borondón no se acaba en la gesta folclórica o en los textos que escriben la historia del anterior monje navegante. Esta historia fascinó a numerosos aventureros, entre los siglos XVI, XVII y XVIII, se organizaron algunas expediciones de exploración para descubrir la isla y conquistarla, como el caso de Hernán Perez de Grado (regente de la Real Audiencia de Canarias) que en 1570 afirma haber estado en sus costas y perder parte de su tripulación, o Pedro Vello, que en el mismo año relata que tuvo que cambiar de rumbo para refugiarse del viento y se encontró con la Isla y desembarcó en ella junto a otros dos tripulantes, pero que debió abandonar debido al viento que le obligó a retirarse.

Pero hubo una expedición mejor documentada, más reciente y conocida por todos, y es la que realizó el naturalista británico Edward Harvey (a la izquierda) en 1865.

Fue durante su estancia en Tenerife cuando conoció dicha leyenda, una misteriosa isla y aún sin conquistar, lo que le llevó a interesar a nivel científico para la Real Society.

En 1863 regresa a Inglaterra, pero la sola idea de existir la Isla de la que hablan los canarios le inquieta, por lo que comienza un exhaustivo estudio de la zona llegando a encontrar multitud de referencias escrita y cartográficas de la Isla de San Borondón. Por lo que comenta:



"Las leyendas siempre se basan en algo real, esa isla debe existir. Tantas expediciones han ido en su busca y tantos testimonios hay de su avistamiento. He de ser el primero en encontrar San Borondón."


Harvey abandonó la Real Society, pero volvió a Tenerife en 1864 y organizó una expedición que saldría en enero de 1865 desde Canarias. Tras una dura tormenta encontraron tierra, y solo quedaría averiguar si se trataba de la isla con la que soñaba a menudo.


Durante su estancia de 7 días en la isla de 5 estrellas, intentó recorrerla de extremo a extremo, y en lo que lo hizo realizó numerosas fotos y dibujos en su cuaderno que siempre le acompañaba.


Algunas de aquellos dibujos y fotografías son;

(Angel Cruz junto a varios frutos gigantes, San Borondón, 17 de enero de 1865)

(Tallas faciales en el interior de la isla, San Borondón, 18 de Enero de 1865)

(Acantilados zona suroeste con tallas faciales. San Borondón, 14 de enero de 1865.)

(Campamento, San Borondón, 15 de enero de 1865)

(Paisaje del interior de la isla. San Borondón, 16 de enero de 1865)

Tras esta expedición, el naturalista Harvey regresa a Inglaterra, y se encierra en su estudio de Londres, preparando su "gran descubrimiento", viviendo solo para esto.


Pero dentro de él latía una extraña enfermedad que le iría debilitando, muchos asocian esta enfermedad a un anterior viaje al continente africano, por lo que fue presa de fiebres y alucinaciones, y fue empeorando. 
Abandonó su proyecto y esto le llegó a desorientar, por lo que perdió crédito ante sus colegas científicos, que lo tacharon de "loco" y "demente", perdiendo todo el prestigio.

Murió el 8 de febrero de 1903 rodeado de su familias y algún que otro allegado más, pero ningún representante de la comunidad científica asistió a su velatorio.

Publicó un tratado de Flora desconocida de la costa africana en 1861, pero sus trabajos sobre Madeira y Canarias nunca vieron la luz, y sus escritos sobre los territorios desconocidos han permanecido en el anonimato hasta hoy.

Supuestamente la localización de la isla (según los testigos) se encuentra en el extremo occidental del archipiélago entre La Palma, La Gomera y El Hierro.

Extracto del mapa del norte de África de 1707 del cartógrafo francés Guillermo Delisie.

Hasta el próximo capítulo!!