Como breve reseña histórica, nombrar que el último mencey guanche de Güímar, Añaterve, cedió su territorio a las tropas castellanas en 1496, más luego, en la repartición de tierras conquistadas, esta zona fue entregada a Juan de Badajoz, de ahí su nombre (desde finales del siglo XV), Barranco de Badajoz.
Anteriormente, los guanches llamaban al barranco Chamoco. El vestigio prehistórico más significativo que se encuentra en esta zona, demostrando así la actividad aborigen en el lugar, es la Cueva del Cañizo; la cual está a 100 m de altura, aproximadamente a mitad del camino en la pared izquierda del barranco.
Su historia en sí, no es que parezca tan misteriosa ni enigmática, no por esto quiero restarle importancia al barranco.
Lo bonito (por decirlo de alguna forma) del asunto son las leyendas que inundan este paisaje, y sus numerosos sucesos inexplicables que despierta las curiosidad de hasta destacados expertos en el terreno de la ufología y hasta de las ciencias ocultas.
Todos coinciden en que podría ser un lugar de transición multidimensional, o que su campo electromagnético sea tan fuerte que interfiera en esas otras lagunas de la física.
Resumo dichas historias.
-En el Barranco de Badajoz, hay numerosas galerías de agua, las cuales se explotaban, pero cuenta la leyenda, que, en 1912, en concreto la galería mas adentrada en el barranco, Izaña, se encontraban desarrollando su labor unos mineros, que, como suele pasar en muchas minas o galerías, desgraciadamente, la pared que excavaban se les vino abajo, quedando así al descubierto ante ellos una galería bastante amplia.
Entonces, percibieron que se acercaba algo, tres seres completamente blancos emergían del fondo de la galería, que no parecían formar parte de la plantilla de trabajadores.
A partir de aquí la leyenda se divide en dos versiones diferentes:
->Se dice que los trabajadores huyeron despavoridos hacia el cuartel de la guardia civil más cercano, el de Güímar, con el objetivo de denunciar lo sucedido.
->Otros cuentan que los mineros llegaron a comunicarse con los tres seres, los cuales, llegaron incluso a indicarles el lugar correcto en el que debían excavar para encontrar agua. (eso es que los mineros les pillaron fumándose unos canutos)
Aunque la primera versión, es la más escuchada, en el mismo cuartel de la guardia civil de Güímar, no hay archivos históricos de dicha denuncia.
Aún hoy en día se puede ver maquinaria aún montada, después de lo sucedido al parecer fueron abandonando sus actividades en la zona.
-La segunda leyenda, es la popularmente conocida como niña de las peras.
Esta leyenda ha sufrido varias transformaciones a lo largo de la historia, como toda leyenda, el primero la cuenta, el segundo la escucha y el tercero la divulga.
Los hechos lo sitúan entre los años 1890 y 1910. Unos padres enviaron a su hija al barranco en busca de fruta, pero la chiquilla desapareció.
En la época no es de extrañar tampoco la desaparición de niños, por lo que los vecinos enseguida rastrearon la zona minuciosamente (se supone), sin embargo, la niña no apareció. Al menos no durante los años de búsqueda. Al cabo de los años (unos dicen 30 otros 20...) la niña apareció en su casa tal cual estaba como en el momento de su desaparición, para su aspecto y para ellas apenas habrían pasado algunas horas.
La niña en cambio contó su historia: Al parecer fue al Barranco en busca de fruta, que le habían encargado los VAGOS de sus padres, y se quedó dormida al pié de un peral, al poco un ser (una persona como ella dijo) alto y vestido de blanco la despertó. No sintió miedo alguno, por lo que accedió sin reparos a la invitación que éste le hizo para que lo acompañara (a esta niña nunca le leyeron Caperucita roja meda).
La niña siguió al Ser hasta el interior de una cueva en la que había unas escaleras por las que descendieron. Al finalizar el descenso se encontraron en un jardín en el que habían más seres como el que la había guiado a ella, todos vestidos de blanco. La niña se entretuvo con ellos, hasta que su desconocido acompañante la guió de nuevo a la salida de la cueva y se despidió de ella.
Muchas personas aseguran que la niña sigue viviendo aún en el mismo barrio (San Juan), pero no ha querido nunca darse a conocer.
Sin embargo, al igual que el caso anterior, no hay registros, o no se encuentran, sobre la denuncia por su desaparición.
-Otra de las leyendas, ocurrió no hace mucho, en concreto está registrada el 1 de julio de 1991, un grupo de personas, atraídas por los misterios que rodean el Barranco, se encaminaron hasta sus entrañas.
A determinada altura, en el descenso por el Barranco el grupo asegura oír una especia de aleteo, bastante cerca, sobre sus cabezas. Casi en un acto de reflejo, Teyo Bermejo (destacado fotógrafo), aunque no se veía nada, comenzó a lanzar una serie de fotografías, con el resultado de una de las mas inquietantes que se haya tomado en el barranco.
La fotografía fue una instantánea, con flash, velocidad 1/60 y diafragma 5,6. El objetivo no se dejó abierto.
Esta fotografía fue tomada a Fernando Jiménez del Oso durante su visita al Barranco y a las Pirámides de Güímar.
La noticia llegó a ser publicada en varias revistas de tirada nacional e internacional dedicada a las ciencias ocultas e incluso el director de una de estas revistas relató los hechos en el que por aquel entonces era el programa de Pepe Navarro "Esta noche Cruzamos el Misisipí".
Ahora pongo el reportaje (Por si se quieren ahorrar la lectura #TROLL) que Iker Jimenez dedicó al Barranco de Badajoz y a sus grandísimas leyendas.
Parte 1
Parte 2
Parte 3
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